jueves, 7 de octubre de 2021

ALTA BANDA

 


 


En posesión de electricidad sacerdotal conectiva surfea el viento como vela henchida por el humo del choripán.

Así, el perfecto se hace poseso del verso manejando como as del merengue la cintura de la tirana gravedad.

El bombo lo acelera y el gregoriano alarido barrabrava lo aloca
haciéndolo embrión de la cópula entre el átomo y la música de tablón.

Levita en el tizne y los jenízaros en cuero alientan su novedoso transvase,
lo incitan murgueramente al eterno minué:  

danza para abandonar el cuerpo dinástico de indio sagrado e invadir el interior de cualquier ser.

El alabado no claudica, va de visita de cuerpo en cuerpo socavando el igualitario reglamento que al argentino lo pierde en el pantano del descerebramiento y el gol.
El team cánido gana, no es comùn su maridaje con la gloria y el loor.
los descamisados se hacen creyentes,
el se confiere el control de sus neuronas
empieza la leva del ejército de conquista pletórico de fanáticos de la novel religión.
No quiere preñar las mentes con la humana falsedad.
Él permite que visiten su cuerpo y ser para que crean en el Imperio que viene, el del poema en comunión con la lírica: la ley y constitución. 
Unido en espíritu y carne vuelve a la casa del panzón.
Ahí lo alaban,
ha traído la alegría adonde reinaban la burla y la falta de coito:
regala el grito de “dale campeón".

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