martes, 16 de noviembre de 2021

Ya en Buenos Aires

 

Cuando comprendí los secretos del imperio

me dejé el pelo largo, lacio, negro como el alma de Pizarro,

chongo y sexual quería comprarlos,

fue algo artero no quiero mentirles:

a mi gente, los originarios, ya los tenía en el bolsillo

el problema era con los espantosos humanos blancos,

la fórmula para conquistarlos:

soy un imperialista irresistible,

un machito mentiroso untado de aceite:

striper


Narco foto sensible 

las flores se inclinaban ante mi humillándose en su reverencia

a todas las fecundo con mi simiente

quiero que mis semillas de tropos poéticos se diseminen:

si tengo un palacio es porque el vino con tranquilizantes nunca me cohíbe,

la selva mandona avanza:

empieza a morir el mundo de los dioses invisibles


Salgo al campo a que me liben,

disemino la savia de mi propio esplendor,

insectos voladores me levantan en andas:

lord de lo salvaje, la palabra empeñé, con la tierra cumplí:

toda una temporada mi ser poseyó una vid,

el sol en las hojas de mis espaldas me daba energía para sobre el Amazonas regir

¿Cuento un secreto? 

cuando tome el morro de Río, toda la selva será mi jardín.


Espectros ancestrales me revelaron 

-los libros no sirven,

mejor que saber es sentir-

Sentado frente al hogar ígneo de los dioses aztecas 

en las llamas bailé y ardí


Transmigro a Buenos Aires

ciudad de las antiguas estatuas a las hienas y el chacal

entre abejas de las plazas levito 

ante la mirada de la gente al caminar


los humanoides de la city

podrido el seso por siglos de urbanidad 

pidieron a la policía me atraparan por fenómeno freak 

Telepatía con el cóndor,

Los dejé absortos mientras volaba hacia el río marrón que del mar hace su fin.


Soy el amo del cerro en llamas 

el experto de la incandescencia,

mientras acreciento mi resplandor 

acuden a mi magnetizados espectros harapientos:

revolotean en el aire, se queman riendo

inspiro y expiro, se insufla la llama de mi ser en explosión

ohh pasantes de la oscuridad

déjenme  himnotizarlos como hijos del señor de Los Andes

encadenarlos hasta que se santifiquen....

para los comunes verme buscar el trono con tanta ansia es karma y un mal chiste. 


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