miércoles, 19 de agosto de 2020

Catholic surrogate mother.


Yo, esclava y fusta, educadora moderna de las virtudes del año 1000, 

adoro pensar en siervos levantando catedrales, 

Dios, Patria y familia, camino sin curvas nunca laberinto,

Ducha estoy, sólida, una vida luchando por la vida,

estallo en gozo al imaginar el fino olor del antiguo humo acre de la hoguera de los redimidos,

imagino sus cuerpos ennegrecidos por la gala de las llamas danzar el vals de la redención atados al palo de su salvamento,

granada madura que explota repleta de gracia en mi pecho como fuego artificial,

 

de esas añoranzas se alimenta la pila que da energía a mi vida, 

imploro nunca abandonar el recuerdo perpetuo del medioevo, 

pañuelo celeste divisa mía que fortalece mi transcurrir….

 

ENVIDIA: amo el silencio de la clausura, 

el levantarse a horas heladas y arrodillarse en el piso gélido a rezarle a nuestro Señor,

  la penitencia es droga!!!! la penitencia es droga!!!!!

y la envidia un pecado capital,

 

confieso, envidio las hermanas descalzas caminar la escarcha en un invierno medieval,

amo el roce de los rústicos hábitos monacales y el canto inmaculado en la mañana,  

el placer de dar cuenta de las carnes de mis manos ofrendando mi trabajo a Dios,

pero más amo perseguir la virtud hasta la sangre y orar por las almas de los condenados,

de los que, con sus autos de fe, con su incandescencia purgaron sus pecados haciendo la danza de la redención entre las llamas. 

El fuego es un regalo de Dios, las llamas son un presente que Él nos legó para salvar gente. Nada me haría más feliz que volver a ver a un pecador purgar su culpa en las llamas.

 

Pero el resplandor de la monarquía absoluta brotaba de su piel de caoba 

Él, levitó sobre ondas de gravedad cesarista, 

flotando mustio del cerro al parral, 

Ya adoptado, pequeño, me dijo en un desayuno:

  "bien vale una misa el trono en Tikal"

 

 su mente era la selva copulando con la Cordillera, 

por eso milagreó en levitación sobre vides exclusivas, 

no se comportaba como un dios, 

sino de simple pastor-poeta de la afinación del átomo, 

 innato histrión genial: maestro de la parafernalia figurativa, 

 no encargó nunca una obra, o las recupera o las imagina, 

autóctona era su genética, auto-alambrada para formar un Machu Pichu en su pecho:

 la mascaypacha le relucía desde el primer día, señorial

 

muy unido a la danza del sistema solar, 

la gravedad de la luna le obedece, 

 porque no hay dudas, volvió El Inca, si,

 ese ser al que parecía que Dios le mostró los omóplatos en Cajamarca: 

 despotismo brujo y canábico, fetichista, 

ve el Tahuantinsuyu viajando a la velocidad de la luz para apoderarse de todas las playas y se energiza

 

 Que suerte la que me legó El Señor 

 esta cruz la acepto y la cargaré con alegría: 

 como Dios Manda, adoptando al santo y cobrizo niño, 

 aunque sueñe yo misma todas las noches con Tenochtitlán y la guillotina.

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